Aunque tu casa sea pequeña, puedes decorar la sala para que
sea el sello de tu hogar sin que pierda movilidad y confort.
La sala es el lugar que da la bienvenida a tus invitados,
además de tener usos prácticos muy importantes. Su decoración debe respetar el
flujo de movimiento y, a la vez, destacar el espacio. Toma en cuenta lo
siguiente:
Techos y paredes: la clave está en la sencillez, mantén el espacio amplio pintándolo en tonos neutrales como blanco, gris claro y verde. Procura no agregar efectos a la pintura para evitar sobrecargar. Deja el techo blanco para aprovechar la luz.
Sala: evita las de colores muy oscuros y brillantes ya que reducen el espacio. Aprovecha las salas minimalistas, suaves, de colores neutros y con telas que no llamen mucho la atención. Para destacar, usa cojines o un punto de luz. El cuero es también una buena opción.
Cortinas: evita las telas recargadas y con demasiada textura. El lino y el algodón son grandes opciones y siempre usa colores neutrales y suaves.
Accesorios: usa la máxima de menos es más, mezcla pocos colores y texturas para no sobrecargar el ambiente. El metal como el acero, el plástico, la madera, son texturas que enriquecerán la habitación si van juntas. No llenes el espacio sin ningún propósito, procura que cada mueble tenga una función.
Luz: si no gozas de buena luz natural, auméntala con focos alógenos que iluminen cada rincón. También puedes colocar espejos para aprovechar la luz natural.
Techos y paredes: la clave está en la sencillez, mantén el espacio amplio pintándolo en tonos neutrales como blanco, gris claro y verde. Procura no agregar efectos a la pintura para evitar sobrecargar. Deja el techo blanco para aprovechar la luz.
Sala: evita las de colores muy oscuros y brillantes ya que reducen el espacio. Aprovecha las salas minimalistas, suaves, de colores neutros y con telas que no llamen mucho la atención. Para destacar, usa cojines o un punto de luz. El cuero es también una buena opción.
Cortinas: evita las telas recargadas y con demasiada textura. El lino y el algodón son grandes opciones y siempre usa colores neutrales y suaves.
Accesorios: usa la máxima de menos es más, mezcla pocos colores y texturas para no sobrecargar el ambiente. El metal como el acero, el plástico, la madera, son texturas que enriquecerán la habitación si van juntas. No llenes el espacio sin ningún propósito, procura que cada mueble tenga una función.
Luz: si no gozas de buena luz natural, auméntala con focos alógenos que iluminen cada rincón. También puedes colocar espejos para aprovechar la luz natural.
Fuente: http://www.guiadinmuebles.com
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