Al comprar una alfombra, no sólo te dejes llevar por el color,
estilo, diseño o textura de ésta, pues hay otros puntos más a tener en cuenta a
la hora de hacer una elección.
Antes de entrar a una tienda, asegúrate de tener las medidas exactas para la alfombra que deseas, así la tarea del vendedor será más fácil cuando trate de ayudarte.
Considera que en el estilo podría convenirte una cobertura completa del piso de una habitación, pero ten en cuenta que, aún cuando le otorgara un aire sofisticado al ambiente, su instalación implica tener que pegarla sobre la superficie. Recuerda que, por lo general se ensucian con bastante frecuencia y su limpieza requiere de productos específicos.
Otras opciones son las alfombras que solamente cubren áreas específicas como la entrada, el recibidor del hogar o el centro de la sala. Estas se denominan de carpetas y son de un manejo más sencillo, sobre todo a la hora de su limpieza.
Cuando decidas el color recuerda que una alfombra con tonos oscuros o con varios colores, ayudará a ocultar mejor la suciedad y polvo en ellas, característica muy útil cuando su uso estará expuesto a un alto tránsito.
En cuanto a materiales, el nylon es recomendado para alfombras porque es bastante resistente y las manchas son más fáciles de limpiar en ella. Pero también puedes escoger entre las de acrílico, poliéster, algodón o lana.
Cabe mencionar que aquellas alfombras confeccionadas de poliéster, por lo general no son muy resistentes y su duración es muy corta con relación a las de fibra. Y las de lana muchas veces pueden generar fastidiosas alergias a personas susceptibles a ellas.
Fuente: http://www.guiadinmuebles.com